Todos conocemos los alimentos transgénicos, podemos encontrar muchas opiniones al respecto, tanto a favor como en contra de estos. Pero, ¿realmente lo conocemos todo sobre ellos?, ¿Sabemos que beneficios o que perjuicio tienen para la salud humana? En este articulo vamos hablar un poco de ellos y saber si realmente pueden causar algún tipo de efecto negativo sobre la salud humana.
Des de los inicios de la agricultura los humanos hemos cruzado especies de frutos y verduras para obtener productos más resistentes, siempre por procesos naturales. En cambio, en los alimentos transgénicos, implica que han sido sometidos alteraciones genéticas en las que les añaden genes exógenos. Esto se empezó a utilizar para conseguir alimentos más nutritivos, que requieran menos cuidados y sean más resistentes. La Food and Drug Administration o Administració d’Aliments i Fàrmacs dels Estats Units (FDA), aprobó el correcto estado de los alimentos, el problema es que estos no verifican si su consumo puede ser perjudicial para la salud a corto o largo plazo.
A causa de los temores que empezaron a salir en la población, como medida de seguridad, la FDA empezó analizar los productos transgénicos dos meses antes comercializarlos, pero muchos argumentan que es una medida precaria, ya que de este modo no se analizan los efectos a largo plazo.
Así es como a lo largo de los años se ha llegado a comprobar en diferentes estudios resultados contradictorios, algunos tranquilizadores y otros que exigen ulteriores investigaciones. Un grupo de investigadores de la universidad de Verona, mostraron resultados preocupantes, en los que ratas alimentadas con productos transgénicos durante dos años acabaron desarrollando graves alteraciones del riñón y cáncer de mama. En otras partes del mundo se han realizado estudios que muestran un incremento de malformaciones congénitas, leucemia y enfermedades autoinmunes en personas que consumían grandes cantidades de transgénicos.
Para prevenir su uso, algunos países han adoptado medidas cómo: reducir el consumo, así como su cultivo, consumir vegetales y carne de origen ecológico y vigilar que en las etiquetas de los productos no contengan la etiqueta de transgénicos. Con estas medidas podremos reducir su consumo al mínimo y asegurarnos cuidar nuestra salud.
No todos los residuos que abocamos en el agua llegan a eliminarse, desintegrarse o biodegradarse, por esta misma razón deberíamos ser más conscientes de los contaminantes que tiramos en nuestras aguas, ya que al final del ciclo todo vuelve y eso acaba provocando efectos nocivos en nuestra salud. Por tanto, una educación medio ambiental es tan necesaria como aprender a sumar o de literatura, ya que al final no nos servirá de nada si no tenemos salud. En este artículo se expondrán una serie medidas para evitar y prevenir la contaminación hídrica.
La OMS lleva décadas informando sobre las consecuencias de la contaminación del agua sobre los cuerpos. La acumulación de bacterias y microorganismos infecciosos provoca cada año mas de 330.000 casos de enfermedades, entre ellas la gastroenteritis aguda, fiebre, diarrea y vómitos. Estas bacterias pueden llegar a travesar las barreras de depuración de las aguas en las ciudades, consecuencia de no tener un agua potable digna del consumo diario. Durante la primera mitad del siglo XX el agua contaminada era una de las principales causas de muerte en Europa.
La UE financió el plan Aquavalens para mejorar el agua potable de consumo diario en las ciudades, que permitiría detectar virus, bacterias y parásitos antes de ser distribuida. Para evitar cualquier contacto con aguas contaminadas, también se recomienda hervir el agua antes de beber o optar por un agua mineral embotellada.
Algunas de las afecciones más corrientes que encontramos en el medioambiente por la contaminación del agua en peces, anfibios y moluscos que actúan como disruptores endocrinos, los cuales afectan al desarrollo reproductivo y la feminización de estos, producido por el efecto estrogénico que encontramos en químicos industriales, pesticidas, fitoestrógenos, etc. En algunos países europeos se ha prohibido introducir elementos estrogénicos en los productos de limpieza y uso industrial, para evitar que lleguen a los ríos y mares.
En las mujeres puede llegar a alterar el ciclo menstrual, producir cáncer de mama y endometriosis, a parte de un incremento de la esterilidad masculina y femenina, por tanto, es necesario conocerlos y evitar al máximo estos productos. Algunas medidas preventivas:
Bibliografia
Maria José Figueras, <<Agua segura y saludable>>, La Vanguardia, 5 de agosto de 2013. ; S. A. Bortone y W. P. Davis, <<Fish intersexuality as indicator of environmental stress>>, BioSciene, 44, 1994, 165-172. ; M. Solé, M. J. López de Aldam M.Castillo, C.Porte, K. Ladegaard-Pedersen y D. Barceló, <<Estrogenicity determination in sewafe treatment plants and surface waters from the Catalonian area>>, Environ. Sci. Technol., 34 (24), 2000, 5076-5083. ; Valls-Llobet, Carme (2018). Medioambiente y Salud. Mujeres y Hombres en un mundo de Nuevos riesgos. Madrid: Cátedra.
El Parlamento Europeo ha aprobado la financiación adicional para la investigación sobre Encefalomielitis Miálgica/Síndrome de Fatiga Crónica (EM/SFC). Dónde más de 15.000 personas signaron una petición a la Unió Europea para solicitar investigaciones biomédicas para la EM/SFC, a la que se unieron 115 científicos internacionales que firmaron una carta abierta para pedir más financiación para las investigaciones europeas en este campo.
La pasada semana se aprobó en la resolución adoptada por mayoría aclamadora, por parte del Parlamento Europeo para la investigación sobre EM / SFC i la priorización de proyectos centrados en la investigación biomédica.
Podéis consultar la nota de premsa original (en inglés): www.europarl.europa.eu/news/en/press-room/20200615IPR81245/me-cfs-meps-call-for-more-funds-for-research-into-complex-illness
Resolución del proyecto (castellà): https://www.europarl.europa.eu/meetdocs/2014_2019/plmrep/COMMITTEES/PETI/RE/2020/04-30/1200263ES.pdf
El teflón es un polímero muy parecido al polietileno, pero con contenido de átomos de flúor sobre la cadena de carbonos. Fue creado por la compañía DuPont, este es un material muy resistente que no reacciona con otras sustancias químicas. Podemos conocerlo por su uso habitual como anti adherente en el recubrimiento de utensilios de cocina.
Algunas de sus características principales que lo hacen un material único son: la impermeabilidad, su baja toxicidad, la flexibilidad y el aislamiento eléctrico; que lo hace un material único. Capaz de soportar temperaturas entre los -270 y 270ºC, pero aquí llega le problema. A partir de 230ºC puede empezar agrietarse y desprender vapores tóxicos, uno de estos subproductos es el perfuorooctanoico (PFOA), no es biodegradable y potencialmente cancerígeno para el cuerpo humano.
Se investigo un incremento de los canceres de próstata en trabajadores de fábricas donde se produce PFOA, expuestos a los humos. Así es como unos últimos estudios del Centro de Control y Prevención de Enfermedades o CDC, detectaron en la población norte-americana que un 98% de la población tenían restos de este polímero en la sangre, lo que causa numerosos trastornos inmunológicos y infertilidad en las personas afectadas; a parte, si estas sustancias llegan al feto puede causar problemas de talla y peso en los recién nacidos.
Para evitar el contacto con el Teflón i el PFOA, se recomienda el uso de sartenes ecológicas o de hierro colado, ya que tan solo se necesitan entre 2 a 5 minutos para alcanzar la temperatura a la que se desprende el ácido perfluorooctanoico. Ya que su uso continuo puede causar la “fiebre del humo del polímero”, produciendo efectos perjudiciales para los pulmones, tos, fiebre y dolor de garganta.
Bibliografía
Curiosoando.com (Actualizado el 16 mayo, 2020). «¿Qué es el teflón?». Disponible en curiosoando.com/que-es-el-teflon ; Valls-Llobet, Carme (2018). Medioambiente y Salud. Mujeres y Hombres en un mundo de Nuevos riesgos. Madrid: Cátedra.
La falta de alimentos es una de las principales causas de muerte y hambre en los países en via de desarrollo. En cambio, en el mundo desarrollado la preocupación por la calidad de los alimentos y sus nutrientes es cada vez mayor, esto es causado por la agricultura intensiva, la industrialización alimentaria, el consumo excesivo de comida preparada con cantidades de aditivos innecesarias, junto con las grasas saturadas y bebidas edulcorada; todos estos elementos conllevan riesgos perjudiciales para la salud.
Aunque consumamos alimentos equilibrados en nuestra dieta, no significa que estén exentos de contaminantes que puede ser igual o peor para el organismo. Pero, ¿de dónde vienen estos alimentos aparentemente saludables? Pues las dos principales vías de contaminación de los alimentos es la adulteración y la contaminación.
La adulteración por sí sola no supone un riesgo para la salud, pero si está engañando al consumidor, ya que las propiedades del producto son alteradas, como por ejemplo las grasas saturadas que contienen dioxinas, suponen un riesgo para la salud. Lo mismo pasa con la contaminación, se introducen sustancias o microorganismos en los alimentos para alterar su fisiología, un claro ejemplo son los pesticidas, los cuales al ser bioacumulativos y persistentes, acabarán causando un riesgo para la salud humana, ya que poco a poco se almacenan en el organismo.
¿Cuáles son estos productos y como afectan a la salud de las personas?Algunos de los más comunes con los que todos estamos familiarizados són los plaguicidas y agroquímicos, que su pulverización aparte de atacar al alimento, contaminan las aguas, suelo y aire de las zonas cercanas. Productos de limpieza para la maquinaria, envases o utensilios de cocina también pueden contener sustancias industriales. Otros serían las sustancias conservantes y diferentes antibióticos para tratar a los animales de la producción intensiva.
Estos productos pueden afectar a la salud humana y actuar como disruptores endocrinos, pueden afectar al crecimiento del feto o incluso llegar a desarrollar una diabetes, y en los peores casos, cáncer. Son muchas las agencias que controlan la calidad de los alimentos antes de ser consumidos, como la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) o la Agència de Salut Pública de Cataluña. Estas recomiendan a la población el consumo de una dieta equilibrada con productos procedentes de agricultura y ganadería ecológica para reducir al máximo el efecto nocivo de los contaminantes en el organismo de los seres vivos.
Más referencias: ecologistasenacción.org; pan-europe.info; disruptingfood.info; aesan.msc.es; gencat.cat/salut; Valls-Llobet, Carme (2018). Medioambiente y Salud. Mujeres y Hombres en un mundo de Nuevos riesgos. Madrid: Cátedra.
No sabemos hasta qué punto puede afectar la contaminación de las aguas en el medio ambiente, e indirectamente augmentar la contaminación del aire. Son el agua y oxigeno que respiramos los que nos permiten vivir y por tanto tenemos la responsabilidad de cuidar de ellos, y en general de todo el planeta azul y sus habitantes. Por tanto, no debemos tratar a nuestro planeta como si fuera un vertedero infinito, porque llegará el momento en que la cantidad de residuos superará nuestras capacidades.
Detrás de todos estos procesos de contaminación encontramos al hombre, quemando, incinerando, degradando el aire, etc., Por esa razón somos la causa y efecto de la gran capacidad destructiva de los animales y humanos. Como en los mares, cada vez más tóxicos, con el aboque descontrolado de contaminantes que proceden de zonas urbanas, industriales y de herbicidas y pesticidas que se utilizan en agricultura. Asimismo, el hundimiento de petroleros, el desguace y limpieza de grandes barcos de ocio y pesca también son responsables del vertimiento de muchos contaminantes, estos favorecen la presencia de dioxinas y metales pesados en el fondo de los mares.
Como decíamos los procesos contaminantes del aire también afectan al agua, por lo que un estudio realizado en los años 90 ha demostrado que los océanos absorben el 30% del CO2 emitido por los humanos por la quema de combustibles fósiles, lo que viene siendo un millón de toneladas cada hora. Esto contribuye a la acidificación de los mares, un grave problema para la vida en los océanos como, por ejemplo, la perdida y blanquecimiento de corales. Muchas de las personas que han estado expuestas directamente con este tipo de contaminantes han tenido efectos nocivos en su salud, por inhalación, contacto o penetración a través de la piel de residuos. Por ejemplo, los voluntarios del accidente petrolífero del Prestige, sufrieron cambios hormonales, con trastornos del ciclo menstrual y alteraciones de la función tiroidea y en el ADN de las células.
Más referencias: Acidificación del océano. Elisabet Kolbert, National Geographic; Valls-Llobet, Carme (2018). Medioambiente y Salud. Mujeres y Hombres en un mundo de Nuevos riesgos. Madrid: Cátedra.
Antes de hablar de los beneficios de los alimentos ecológicos, primero de todo debemos diferenciar entre los alimentos ecológicos de los que no lo son. Los productos con denominación ecológica son todos aquellos que no utilizan elementos químicos ni plaguicidas en ningún momento del proceso de cultivo.
A causa de la confusión entre los términos para los productos que cumplen los requisitos para ser ecológicos, la CAE (Comité de Agricultura Ecológica), decreto que el término “bio” y “biológico” también cumplían las normativas de alimentos naturales que no contengan procesos químicos en su producción. Cada comunidad autónoma tiene sus propios controles de calidad para la comercialización de productos ecológicos que se garantizan con la etiqueta correspondiente y el sello europeo de denominación, por ejemplo, de “agricultura ecológica”. Estos productos siempre son sometidos a controles exhaustivos y muy rigurosos.
¿Se podrían considerar los productos importados de otros países como producción ecológica, aunque tengan el sello? La respuesta es No, ya que uno de los principales requisitos para obtener la etiqueta es que estos estén unidos a una producción ecológica de proximidad y de temporada.
Hace unos años salió una nueva tendencia de alimentos saludables la “soberanía alimentaria”, que se trata de que todos los países por derecho propio puedan garantizar una autosuficiencia alimentaria sana y ligada a las tradiciones culturales y los mercados locales. Reivindican el abandono de los productos propios de cada país, ya que la alta movilidad de alimentos en las últimas décadas ha llevado abandonar esta tradición. Ya que este transporte aparte de dejar de consumir productos propios, también produce un incremento de la contaminación global innecesaria por el transporte de alimentos.
Por tanto, tenemos que ser más conscientes de los productos de proximidad que están en nuestro alrededor y luchar a favor de una soberanía alimentaria, huyendo de los alimentos procesados que vienen de fuera, de la comida rápida i de nuevos alimentos funcionales.
Más referencias: Antonio Cerrillo, “Ecologico… y llega a Nueva Zelanda”, La Vanguardia, 27 de julio de 2012; Marc Badal, Rosa Binimelis, Gonzalo Gamboa, Maria Heras y Guillem Tendero; ieeep.net/sobirania-alimentaria; Xarxa de Consum Solidari, xarxaconsum.net; Valls-Llobet, Carme (2018). Medioambiente y Salud. Mujeres y Hombres en un mundo de Nuevos riesgos. Madrid: Cátedra
El agua es la principal fuente de vida de todos los seres vivos del planeta, por tanto, ¿Por qué nos empeñamos en destruirla? ¿Por qué no tenemos cuidado de ella? Puede parecer simple la respuesta, pero no lo es. Día tras día vemos cómo lentamente los mares, ríos, acuíferos, etc., están más contaminados, y aunque haya mucha gente que esté trabajando contrarreloj para que la situación no se agrave, no es suficiente, ya que es responsabilidad de cada uno de nosotros revertir esta evolución y luchar en contra de la contaminación del agua, porqué esta es la que nos permite respirar.
La contaminación del agua se ha multiplicado exponencialmente en los últimos 100 años a causa de los vertidos de industriales y urbanos sin límite, los cuales no pasan por ningún proceso depurativo y son avocados sin control alguno, en muchas ocasiones. Cómo, por ejemplo los contaminantes químicos, metales pesados, plásticos, etc., que residen en el agua miles de años sin eliminarse.
Los plásticos son uno de los contaminantes más potencialmente acumulativos que podemos encontrar en los mares y océanos. Para mostrar un ejemplo de la gravedad ante la que nos encontramos, podemos ver la formación de una “Isla de plástico” en medio del océano. Un equipo de investigadores del Algalita Marine Research Institute, ya alertó en 1997 de una mancha en medio del océano Pacífico que fue reconocida como una isla gigantesca de residuos plásticos de más de 600.000 km2. Los residuos se acumulan en esa localización por los denominados “giros oceánicos”, producidos a causa de las diferentes corrientes oceánicas y el efecto de la rotación de la Tierra; esta se encuentra entre California y Hawaii dando vueltas en un recorrido mayor a 4000km.
Este suceso no solo afecta a la contaminación de los mares y océanos, sino a todos lo que habitan en él. Las Naciones Unidas han advertido de que los restos de plásticos han ocasionado la muerte de más de un millón de aves marinas y de más de 100.000 mamíferos acuáticos, aparte de contribuir a la acumulación de contaminantes orgánicos. Todo esto constituye un grave problema para las especies que habitan en los mares y consecuentemente para todos los seres vivos del planeta. Solo en el Mediterráneo hay 250.000 millones de fragmentos de plástico flotando en el mar.
Referencias:
eacnur.org/blog/isla-de-plastico-que-es-tc_alt45664n_o_pstn_o_pst/
Valls-Llobet, Carme (2018). Medioambiente y Salud. Mujeres y Hombres en un mundo de Nuevos riesgos. Madrid: Cátedra.
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